La sonrisa es un trocito de nuestra felicidad que compartimos con el mundo. Cuando sonreímos se nos alegra el corazón, y parece que todo es un poco más sencillo. Afecta a nuestro día a día, provocando el reflejo de otra sonrisa en la persona a la que se la dedicamos o mejorando nuestro estado de ánimo.
La sonrisa no son sólo unos dientes bonitos, sino que el marco que los rodea, los labios rojos, los labios blancos, el contorno perilabial, el mentón, tanto de frente como de perfil, definen su armonía.
Hay muchos factores que influyen en ella, como son:
- El paso de los años provoca el cambio de los tejidos de soporte con lo que se pronuncian los surcos nasogenianos, aparecen las líneas de marioneta, se reduce el grosor de los labios, aparece el código de barras sobre el labio superior…
- La falta de hidratación.
- La sonrisa gingival.
- La existencia de asimetrías o cicatrices.
- La falta de proporcionalidad entre el labio superior e inferior o entre estos y los tercios faciales.
- Un mentón retruido o una mandíbula estrecha.
- Dentro de la boca, la presencia de un espacio negro entre 2 dientes adyacentes.
Cada caso particular requiere un estudio exhaustivo para conocer cuál es la causa de la falta de armonía de esa sonrisa y cuáles son las expectativas que se buscan conseguir, para poder elaborar el plan de tratamiento personalizado y adecuado dando volumen o hidratando donde sea necesario.
El ácido hialurónico se encuentra de manera natural en nuestro organismo y tiene funciones de hidratación y señalización celular, favoreciendo la lubricación articular, la curación de heridas y el sostén, relleno y proyección de los tejidos blandos.
Hoy en día, existen distintos tipos y densidades de ácido hialurónico que nos permiten resolver situaciones de manera sencilla y reversible. El tratamiento se realiza mediante la infiltración de la cantidad y densidad específicas para cada caso. Pueden ser necesarias varias citas para llegar a los resultados deseados. Dependiendo de la densidad administrada y de la movilidad de los músculos, entre otros, la reabsorción se producirá antes o después, en torno a los 9-12 meses en la mayoría de los casos. La ventaja de que sea reabsorbible, es que se modifica con el tiempo, y no es una estructura rígida e inerte, sino que acompaña el cambio del cuerpo.
En el caso que se expone a continuación, la paciente quería un cambio sutil que mejorara el aspecto del labio superior y el perfil del mentón. Además presentaba incompetencia labial en el lado izquierdo con asimetría.
Se realizó el perfilado labial superior e inferior con un aumento suave del volumen del labio superior y remarcando el filtrum que estaba ligeramente plano y el arco de cupido. También se aumentó sutilmente el perfil del mentón.
En nuestra clínica dental Sorrisos, tenemos odontólogas especializadas para llevar a cabo el estudio y plan de tratamiento que más se adapte a tu caso. No dudes en preguntarnos.