Entre las causas por las que se pueden producir recesiones gingivales múltiples se encuentran no sólo la enfermedad periodontal, sino también otras como una técnica de cepillado incorrecta, ejercer mucha presión o incluso un cepillo de excesiva dureza como en este caso que presentamos ahora.
Foto previa
Observamos recesiones pequeñas en distintas zonas y otras más importantes a nivel de 33, 34, 35, 21, 22, 23, 24, 25 y 26 de entre 3 y 6 mm de pérdida. Además la cantidad de encía queratinizada está reducida siendo en algunas zonas inferior a 1-2mm. Éste tipo de encía, que precede a la mucosa, no sólo recubre la parte más coronal del hueso que soporta los dientes, sino que dificulta la penetración de la placa bacteriana, siempre que haya unas condiciones higiénicas aceptables, así que es fundamental para la salud gingival.
El objetivo del tratamiento es recubrir lo máximo posible la raíz expuesta del diente y aumentar la cantidad de encía queratinizada deteniendo o ralentizando la progresión de la recesión, aumentando la longevidad del diente, contribuyendo a disminuir la sensibilidad que pudiera haber y facilitando la higiene. La recuperación completa de la encía perdida depende de si hay o no pérdida ósea interproximal.
Se realizó el recubrimiento de las zonas más graves mediante injertos de tejido conectivo del paladar.
Foto a los 6 meses
Se puede apreciar una mejoría notable a los pocos meses. Aunque en este caso el recubrimiento completo no fue posible, se mejoró la salud gingival y el pronóstico de los dientes. Sin embargo, el cuidado postoperatorio y, tras la cicatrización, el mantenimiento de una técnica correcta de cepillado son muy importantes para el buen pronóstico a largo plazo.